Si no arriesgas nada, arriesgas todo
- María Jesús Navarro B.
- 5 abr 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 abr 2022
Cómo salir de la zona de confort y ser el dueño de tu propia vida
Hazte cargo de tu propia felicidad, de tu vida.
Empieza a indagar para descubrir qué es lo que más te gusta; conecta de verdad con tu corazón y deja de lado el miedo. Algo que te puede ayudar a trascender el miedo -que es la cara opuesta del amor- es abrir tu mente y abrir tu corazón.
Cuando abras tu corazón, te hablará tu intuición y esta es la que realmente debiera gobernar en nuestra vida.
Desafía las leyes de la matrix y empieza a abrirte al flujo del Universo
Valentía y coraje para arriesgar y conseguir lo que realmente amas y mueres por llevarlo a cabo, es lo más sano que puedes hacer por ti mismo.
El "No" ya lo tienes; acciona y ve por el "Sí"; sí a tus sueños, sí al pulso de la vida, sí al vasto Universo y todas sus posibilidades. Permítete de manera consciente e inconsciente, aceptar y acoger las conspiraciones que el Universo espera que recibas; siempre están disponibles para integrarlas.
No se pierden. Solo se transforman y transforman tu vida, una vida llena de sueños, éxitos y logros, desafiando tus miedos. Arriesgando.
Viaja, emprende, haz conexiones con seres de igual naturaleza a la tuya, que hayan desafiado y plantado cara al miedo, y olvida lo que otros opinen de ti.
Seguramente de tildarán de loco, de ingenuo, de iluso... no importa lo que digan y lo que hagan con tal de que tires la toalla; recuerda que ellos solamente están manifestando sus propias carencias en ti, en lugar de arriesgar y salir de sus aburridas y rutinarias vidas.
¿Te imaginas cómo sería hacer lo mismo el mayor tiempo posible? ¿O hacer el mismo trabajo toda tu vida? Eso es muerte lenta. Pero, ¿Te has llegado a visualizar cómo sería descubrir tus dones naturales y tus habilidades para hacer de tu universo particular un lugar de ensueño? Eso es sinónimo de ser feliz y para ello solo debes tomar una acción: arriesgar. ¡Arriésgate!
Arriesgar es acariciar esa oportunidad que te estás dando para crecer, evolucionar, aprender y ver desde muchos prismas distintos lo que nos ofrece ese viaje llamado vida.
Disfruta de esa lluvia que te acariciará el alma, de esa brisa que avivará tu corazón.
Pon a trabajar tu capacidad creativa y ve los sueños desde el lugar llamado riesgo.
Comprobarás que en muchas ocasiones ese miedo que te bloqueó por tanto tiempo, solo fue producto de tu imaginación, una imaginación que puedes usar para ir a conquistar tus logros y tus anhelos más profundos, esos que muchas veces desechas por no encontrar eco fuera de ti y además, no obtener la aprobación ajena.
El riesgo es el comodity más preciado que jamás has tenido en tu wallet: aprende a disfrutar de éste.
Si no arriesgas nada, arriesgas todo
Arriesga y no tengas miedo. Apuesta por tus sueños, esos que quedaron empolvados por mucho tiempo en el baúl de tus recuerdos.
Es tiempo de sacudir ese polvo. Sal de tu zona de confort. Mira hacia adelante y conecta con tu corazón. Él nunca se equivoca.
Entre arriesgarse y no hacerlo hay una gran diferencia, pero es necesario enfrentar el miedo; ese miedo que nos paraliza cuando dejamos que gobierne nuestras vidas.
No dejes que este ponga freno a tus sueños y conquista un paraíso al final del camino.

Si no arriesgas, arriesgas todavía más
Porque si arriesgas y "pierdes" lo habrás intentado y habrás obtenido un aprendizaje para cuando lo intentes de nuevo. Pero ¿y si arriesgas y ganas? ¡Ahí lo habrás ganado todo!
Atrévete a arriesgar, pues arriesgando logras más.
Puedes intentarlo comedidamente, al principio, midiendo cada paso que das, pero lo importante es que comiences dando ese primer paso.
El miedo puede paralizarnos por un tiempo, hasta que comprendemos que, si hay que hacer un esfuerzo en esta vida, ese esfuerzo debe ser el de sacar ese exceso de miedo que llega a "inutilizarnos".
El primer paso puede ser deshacernos del miedo a pedir ayuda, porque sí: hasta eso puede llegar a aterrarnos; tal vez acostumbrados a escuchar que somos incapaces de salir adelante por nosotros mismos.
Ahora bien: ¿Acaso no vivimos en un sistema co-dependiente? Claro que sí: todos dependemos de todos.
Es oportuno recordar que ayudar es tan importante como dejarnos ayudar.
Si tienes miedo y no sabes por dónde empezar, no dudes en pedir ayuda.
Otra persona puede estar viendo un camino que hasta ahora no has logrado ver.
Comments