
Transforma tu energía. Transforma tu realidad.
Nací bajo el signo de Piscis, con ascendente en Géminis y el fuego impetuoso del Caballo en el horóscopo chino. Desde muy joven supe que mi vida no seguiría un camino común: siempre estuve rodeada de señales, de coincidencias imposibles y de una sensibilidad que me hacía percibir el mundo más allá de lo evidente.
De la administración al alma
Mi formación profesional fue en Administración, pero mi verdadera vocación siempre estuvo en comprender el alma humana y sus profundos vínculos con la energía, las emociones y la realidades que creamos.
Desde hace más de diez años, he dedicado mi vida a investigar cómo nuestros pensamientos, emociones y frecuencia energética moldean nuestra salud, nuestra prosperidad y nuestro destino.
Un camino marcado por lo místico y lo divino
He vivido experiencias que me transformaron para siempre. No fui al Vaticano, pero fui bendecida personalmente por el Papa Juan Pablo II, y viví varios fenómenos espirituales, como ver mis manos con la escarcha dorada de la Rosa Mística -por mencionar sólo uno-.
También he estado al borde de la muerte varias veces y, debo confesar, que cada una de esas experiencias me confirmó que la vida es mucho más que materia: es energía consciente en movimiento.
Mi existencia ha sido guiada por causalidades místicas, y cada país en el que he vivido ha representado un capítulo de aprendizaje y expansión:
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Venezuela me enseñó el valor del arraigo.
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Ecuador me mostró el poder del perdón.
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Argentina, la fuerza del renacer.
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Brasil, la magia de lo sagrado.
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Perú, donde actualmente vivo, me regaló la conexión más profunda con la Madre Tierra y el propósito de servir.
La herida que se transforma en misión
En el año 2017, tuve que emigrar. La dictadura venezolana me amenazó, y para salvaguardar mi vida me obligué a dejar atrás todo lo que conocía.
Sin embargo, ese exilio se convirtió en un renacimiento.
En medio de la incertidumbre, nació mi propósito: ayudar a las personas a reconectar con su poder interior y crear abundancia desde el equilibrio del cuerpo físico, el campo energético y las emociones.
Desde entonces, he acompañado en mentorías individuales y grupales a personas de México, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala, Venezuela, España y Argentina. Cada encuentro ha sido una danza de energía, una alquimia de consciencia en donde los bloqueos se transforman en oportunidades, y la escasez en expansión.











